Tanto si vamos a estrenar casa como si llevamos años habitándola, a todos nos gusta preocupamos por los detalles más visuales: ¿Está el salón bien iluminado? ¿Cuenta con acabados modernos? ¿Tengo los muebles en buen estado? ¿Son los armarios cómodos y fácilmente accesibles?
¡Cuidado con lo que no ves a simple vista!
No hay duda de que todos estos puntos son esenciales para conseguir un ambiente agradable en casa pero ¿qué ocurre con esos vicios ocultos que no podemos solucionar con una visita rápida al IKEA?
No sé si esa grieta debería preocuparme… ¿Aguantará la estructura intacta otros 10 años? ¿Son saludables todas las estancias? ¿Puedo ventilarlas de forma natural? Me han dicho que ahora hacen unas ventanas de aluminio con rotura de puente térmico que son una maravilla. ¿Me vale la pena cambiar las que tengo? Quizás existan otros sistemas más económicos y que me ayuden a ahorrar aún más… Si me compro un radiador eléctrico podré encenderlo sólo cuando lo necesite. ¿Dónde lo coloco para aprovechar el calor? ¿Me saldrá más barato que compartir una caldera comunitaria o gastaré mucha más electricidad a la larga?
Muchos conceptos a veces se nos escapan pero estas preguntas tienen respuestas muy concretas, y diferentes para cada edificio, que van mucho más allá de las meras suposiciones.
No tengas miedo a pedir ayuda
Para empezar a responder a estas preguntas a grosso modo podemos recurrir a la experiencia propia, pero por suerte contamos con toda una red de expertos a nuestra disposición que pueden analizar nuestro caso particular con detalle y sacarnos de dudas.
Los técnicos no mordemos y siempre estaremos encantados de echar una mano. 😉 Estamos hablando de estudios en profundidad que te garantizan una información y unas pautas de uso sobre tu edificio. Solo esto, además de la tranquilidad de verificar que tu vivienda funciona de forma óptima, hace que esa pequeña inversión merezca la pena.
Si finalmente te animas a recibir asesoramiento asegúrate de que el profesional que hayas escogido dedica el tiempo que tu casa merece. Cada cerramiento, cada ventana, cada aparato electrónico,… todos tenen una influencia nada despreciable en nuestro bienestar y la única forma de mejorar sus propiedades es midiéndolos, analizándolos y calculando su eficacia.
¿Y nosotros? ¿Le damos a nuestra casa la importancia que merece?
Muchos de nosotros buscamos el vehículo que consuma menos gasolina y lo sometemos a continuas revisiones para quedarnos más tranquilos. Nos esforzamos por mantenerlo en buen estado, lo llevamos al taller cuando algo falla, cambiamos sus piezas cuando ya no sirven… ¿Estamos haciendo lo mismo con nuestra vivienda?
Claro que me gustaría mejorar mi casa pero ¿me saldrá muy caro?
Todo depende del estado de tu vivienda y de hasta dónde quieras llegar. Sin ir más lejos, en nuestro estudio nos hemos encontrado con casos en que con solo la sencilla instalación de toldos se ha mejorado la calificación energética en una letra. No olvidemos que la energía del sol es vital para acondicionar los espacios. Igual que en invierno buscamos la mejor forma de aprovecharla, en los meses más cálidos necesitamos protegernos de ella.
En Mimbrea ya hemos visto que existen muchísimas alternativas naturales y económicas para aislar nuestra casa, mejorar nuestras instalaciones o preservar las cualidades de nuestros materiales.
Un análisis detallado te permitirá disponer de varias soluciones específicas para tu vivienda en las que seguramente ni habías pensado. A nosotros nos gusta presentaros siempre varias alternativas para que escojáis la que mejor se adapte a vuestra situación. Al fin y al cabo sois los que habitáis vuestra casa a diario. Déjate asesorar pero recuerda que tu opinión es tan válida como la del mejor de los profesionales.
Imágenes:
epSos.de
EPB
Carlos de Paz
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