Llega el otoño y su inestabilidad meteorológica. Si vives en la costa mediterránea, posiblemente relaciones septiembre con la gota fría y las inundaciones que provoca. Pero las inundaciones, obviamente, no son un problema exclusivo de zonas costeras. La culpa de éstas suele recaer sobre la configuración de las ciudades. Desde cauces de río mal desviados, ciudades demasiado pavimentadas y sin espacios verdes, o sistemas de alcantarillado infradimensionados.
No podemos evitar estos fenómenos meteorológicos, pero…
¿Y si reducimos el agua que llega a las calles con edificios cubiertos de vegetación?
Las cubiertas y fachadas vegetales ya se utilizan con este fin. Hay sistemas que incluso bajo el sustrato de la cubierta vegetal disponen de pequeños espacios que actúan cómo aljibes, almacenando el agua de lluvia que posteriormente absorven las raíces de la vegetación.
Las fachadas verdes también pueden tener este cometido. Muestra de ello es el proyecto que se está llevando a cabo en Londres y que consiste en una pared de 21 metros de alto recubierta con 10.000 plantas y 16 toneladas de sustrato que, según su diseñador Gary Grant, ayudará a reducir las inundaciones en Londres. Esta fachada verde cubre una extensión de 350 metros cuadrados de la fachada de un hotel, convirtiéndola en la mas grande de este tipo en la ciudad. En la selección de las plantas, su poder de atracción para abejas, pájaros y otros animales ha sido decisiva.
El aporte que hace esta pared viviente a la reducción de las inundaciones viene dada por los aljibes descubiertos en la azotea que recogen el agua de lluvia y proporcionan irrigación al conjunto vegetal. Esta solución proyectada en un sólo edificio parece ser insuficiente para los problemas de una ciudad ¿Y si lo complementamos con un sistema que se aplique a toda la ciudad?
¿Y si borramos la linea de costa?
Un paso más allá van un grupo de arquitectos estadounidenses.Proponen crear una infraestructura urbana que minimice los efectos de las inundaciones en las zonas costeras. Y ésto lo proyectan sobre la isla de Manhattan, zona situada en la desembocadura del río Hudson, y sensible a las inundaciones.
Lo que han ideado es una serie de humedales con vegetación en la zona costera que permitan la entrada de agua en la ciudad de manera controlada. El fin es borrar esa línea que diferencia la tierra firme del agua y crear un espacio donde ambos elementos se encuentren e interactúen entre ellos, y que ayudados por la vegetación actúen como barrera natural a las inundaciones y crecidas del río.
Pero no todas las poblaciones limitan con el mar o con ríos…
¿Y si añadimos más espacios verdes?
La superficie del terreno es dificilmente localizable en las ciudades. Asfalto, pavimentos, edificios… configuran un tapiz que cubre por completo la tierra, y muchas veces es tan impermeable como para no dejar que el terreno absorba el agua, o no lo suficientemente rápido cómo para evitar las inundaciones. Más espacios verdes contribuyen a un mejor drenaje del agua de lluvia y en ciudades como Oregón o Nueva York han rizado el rizo, y han ideado un sistema por el cual el agua recogida por el asfalto es direccionada directamente a las jardineras que bordean las calles.
Como véis, diferentes soluciones para mejorar la vulnerabilidad de las ciudades a estos fenómenos meteorológicos.
Imagen: Copyright Architecure Research Office
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Interesante artículo Juan Manuel, con tu permiso lo hemos incluido en nuestro facebook. Gracias!