Maixi nos acoge en su casa bioclimática de madera prefabricada

Nombre: Maixi Maruri
Localización: Zalla. Bizkaia
Superficie de la vivienda: 220 m2 + 35 m2 de garaje
Años vivida: 10 años

Hace unos meses la Rehabilitación de la Casa Palacio San Cristóbal del arquitecto Maixi Maruri no sólo consiguió la máxima calificación energética, sino que además recibió el 3º Premio “Edificios Urbanos Sostenibles 2013” de Construction 21 a nivel internacional.

Los que ya conocéis nuestra pasión por la rehabilitación energética habréis adivinado que no tardamos mucho en ponernos en contacto para que nos contara su experiencia.

Charlando con él descubrimos que, al igual que Saúl, tampoco practica aquello de “en casa del herrero, cuchillo de palo” y nos sorprendió con una estupenda vivienda unifamiliar bioclimática en madera que construyó hace ya 10 años para su familia. Como ya sabemos, sostenibilidad y arquitectura van de la mano desde hace mucho tiempo.

No hay duda de que el premio de la Casa San Cristóbal despertó nuestro interés, pero qué mejor manera de entender una vivienda sostenible que escuchar la historia de alguien que no sólo ha tenido la oportunidad de construirla sino de también habitarla y experimentarla durante toda una década.

La entrevista:

¿Cómo empezasteis?

Hacía años que teníamos la idea de hacernos una casa de madera y, cuando encontramos el terreno y dispusimos de unos cuantos ahorros, nos pusimos manos a la obra. Sobre todo lo que más nos costó fue encontrar una empresa que tuviera unos mínimos conocimientos de “construir en madera”.


¿Cuál fue vuestra puerta de entrada al universo de la sostenibilidad?

Como arquitecto, siempre les había transmitido a mis clientes la importancia que tiene el colocar un buen aislamiento y unas buenas carpinterías exteriores además de tener muy en cuenta la orientación de las distintas estancias de la vivienda. Son características que pones una vez en una construcción y son, entre otras cosas, las causantes de obtener un buen confort en tu vivienda. El resto de elementos que conforman nuestra vivienda son el resultado de aplicaciones y conocimientos que he ido adquiriendo con estudios y con la experiencia profesional. Por tanto era lógico que las aplicara en nuestra casa.

Al final te das cuenta de que en una vivienda funciona el “menos es más”, es decir, el empleo de pocos materiales y menos energía implica menos consumo y menos contaminación, a la vez que produce más ahorro, más confort y, en definitiva, una vivienda más sostenible. Es una pequeña manera de contribuir en este mundo derrochador a poner un poquito de racionalidad constructiva.


¿Qué hace tu vivienda más sostenible?

En general todo lo que la sustenta. La orientación, el uso de materiales, la apertura de huecos, la calidad de la carpintería exterior, el empleo de un buen aislamiento térmico, la colocación de las barreras solares, la rigurosidad constructiva,… El diseño realizado con los preceptos básicos de la arquitectura bioclimática es fundamental. Diría que debiera ser obligatorio el empleo conjunto de estas técnicas que, si bien son sencillas a la hora de aplicarse, nos reportan un gran confort en nuestra casa.

En definitiva, el uso de los sistemas pasivos (que no consumen energía) es básico a la hora de concebir una vivienda y, una vez aplicados, podemos empezar a pensar en los sistemas activos a implementar en la construcción. No hay que olvidar que “la mejor energía es la que no se consume”.


Explícanos la técnica constructiva o la instalación:

La casa consta de una base de hormigón y unos pocos muros del mismo material que arriostran la estructura de madera de la vivienda. El resto está hecho en madera prefabricada (paredes, forjados y cubierta). Únicamente los suelos se constituyen por medio de una solera realizada con un microhormigón autonivelante (donde se aloja el suelo radiante) para aportar inercia térmica a la vivienda (cuando el sol calienta) y producir calor gratuito en los meses de invierno, además de acumular esa energía e irla soltando poco a poco.

Las instalaciones que lleva la vivienda son sencillas: caldera de condensación, suelo radiante y dos colectores solares que aportan el agua caliente sanitaria.

¿Cuál es tu rincón favorito?

El porche que tiene la vivienda. En los meses que hace calor es una gozada estar ahí porque, dadas sus estudiadas dimensiones, hace que en verano nos proporcione una sombra continuada y en invierno deje pasar el sol sin impedimento.


El mayor desafío

Fue, sin lugar a dudas, realizar una casa de madera y, por si fuera poco, prefabricada. Venía hecha desde fábrica y en la obra era cuestión de montar adecuadamente las piezas ya diseñadas.

El segundo desafío, colocar el suelo radiante y el tercero, instalar los colectores solares.

¿Qué opina tu entorno cercano?

En su día pensaría la gente que estábamos un poco locos. Pero mi vecino, que tiene una casa convencional, me dijo recientemente que al principio la casa no le gustaba nada, pero que ahora le parece bonita.

A decir verdad, mi familia más cercana tampoco lo entendía pero ahora, cuando les cuento el gasto que tengo en mi casa al año, parece que les está entrando el gusto por ella.

¿De qué consumos estamos hablando?

Para que la gente valore adecuadamente lo que estoy comentado, les voy a dar el dato siguiente: nuestra casa no gasta 1000 €/año en consumo de energía, y tiene 220 m2 donde vivimos cuatro personas. La casa consume propano, lo que quiere decir que si hubiéramos utilizado otro combustible con mayor poder calorífico (gas natural) el gasto aún sería menor.

Hay que tener en cuenta que una caldera de condensación tiene un consumo medio un 20% inferior comparada con una normal. Si a esto le añadimos que, para calentar un suelo radiante con una caldera, calentamos el agua de calefacción a unos 45ºC frente a los 80ºC que necesitamos para unos radiadores convencionales, es fácil entender que ahí obtenemos otro ahorro grandísimo. Pero eso no es todo. En un suelo radiante, el radiador ocupa toda la superficie del suelo de la vivienda y en cambio los radiadores convencionales ocupan muy poca superficie, por lo que con un suelo radiante lo que tenemos en definitiva es un GRAN RADIADOR.

En resumen, una vivienda con un buen aislamiento, una buena carpintería exterior, una buena orientación, una caldera de condensación y un sistema de climatización con suelo radiante puede consumir un 60% menos que una casa normal/estándar que podemos ver todos los días en cualquier sitio.

Un consejo para otros que quieran hacerse este tipo de construcción

Que escojan a un profesional que realmente sepa de estos temas, porque un mal o un buen diseño bioclimático es para toda la vida.

Por mi experiencia, puedo decir que una casa de madera es una gozada habitarla. Proporciona un confort increíble.

Materiales y empresas que recomendarías a otros ecohabitantes

Empresas, hay que buscar las que estén más cerca de donde vayamos a realizar la obra y los materiales que hay que utilizar son los de la zona, si bien conviene emplear los materiales que sean menos consumidores de energía en todo su ciclo de vida constructivo.

Os dejamos con un Tour de fotos de esta fantástica vivienda. ¡Que las disfrutéis!
¿Os ha gustado? Dejadnos vuestros comentarios y animaos a enseñarnos vuestras EcoCasas. ¡Hay premio para la más vista!

Comentarios - 4

  1. Pingback: Resumen de la semana – 21/06/2013 | mimbrea

  2. Acabo de hablar con mi amigo, que es de los buenos y me ha explicado en qué consiste eso de la “gloria”. Puede que aquellos que anden por latitudes por debajo de Despeñaperros no hayan oído hablar del sistema. Consiste en hacer que el tiro de la chimenea, o la fuente de calor que se utilice en la casa, se haga circular por debajo del suelo haciendo eses antes de salir por la chimenea. Me comenta que el lugar más cercano a la fuente de calor es demasiado fuerte a veces y que la gente del pueblo sigue utilizando el sistema.

  3. Enhorabuena Javier por tu reportaje. Y Maixi Maruri, a mi tu casa me ha encantado desde el primer momento. No entiendo como a tu vecino no le gustó como a mi, desde que colocasteis las primeras vigas de madera.
    Me ha dejado impresionado el ahorro que puede llegarse a conseguir con un suelo radiante. Y me ha hecho recordar lo confortable que me pareció una vivienda de un amigo, que residía en Espinosa de Villagonzalo en Palencia hace muchos años en los que la casa se calentaba en invierno mediante una “gloria”, un sistema de calefacción parecido al utilizado en las termas romanas.
    Enhorabuena también a ti por esa magnífica casa.

    • Muchas gracias por tus palabras!
      También tuve la oportunidad de comprobar de primera mano el funcionamiento de las glorias y de verdad que me dejó impresionado. Lo cierto es que las construcciones populares tienen mucho que enseñarnos y, aunque también es bueno avanzar hacia el progreso, nunca está de más mirar hacia atrás para ver todo lo que podemos recuperar del saber tradicional. Precisamente en este reportaje que enlazaba antes hablábamos de algunos de estos sistemas y se puede comprobar cómo el ser humano ha sabido adaptarse siempre a su entorno con las estrategias más ingeniosas.